Roguing, es decir, descartar los individuos que no interesan, como verdadero y único principio de la selección en el cuadragésimo segundo párrafo de El Origen de las Especies

 

Llamar principio de selección a “Roguing”, es decir a descartar los individuos que no interesan, es la demostración más clara que podemos desear de que en la selección no hay principio alguno otro que el buen ojo del seleccionador. Es la selección un hecho tan elemental que ningún otro principio la dirige ni tampoco tiene ningún resultado diferente que no sea la propia selección en sí. Podemos así de una vez aportar ahora la definición que el autor ha venido escamoteando. ¿Qué es la selección?  La acción y efecto de seleccionar.  Aunque, en agronomía, la selección es una parte importante del proceso de Mejora Genética, por sí misma la selección no conduce a ninguna parte. La selección natural, a pesar de estar reconocida en diccionarios oficiales de todas las lenguas, por ejemplo el de la RAE, no es nada sino una contradictio in adiecto, un fantasma semántico.

 

Podemos también responder a otras preguntas:

 

¿Quien dirige la selección?  La voluntad del mejorador. Por lo tanto, sin voluntad previa, no hay selección.  La selección es una parte del proceso de mejora genética (Breeding),  cuyos resultados dependen además de la propia selección,  de la fertilidad y de la heredabilidad. Como el autor indica:

 

But it is very far from true that the principle is a modern discovery

 

Cierto. El principio de que uno puede eliminar algunos individuos en sus cruzamientos domésticos es muy viejo, quizás por eso el autor lo llame principio  ya que  está en la base  (al principio) de la agricultura y la ganadería. Con la selección no se consigue progreso alguno, por el contrario el progreso resultante de un proceso de Mejora Genética en particular y de toda su historia depende de la heredabilidad de los caracteres elegidos, propiedad que es independiente de toda selección.

 

El autor insiste en confundir selección con mejora y éste es uno de los errores más tenazmente mantenidos, increíbles y peligrosos de su obra. La selección por sí misma no tiene fruto ninguno y es absurdo pensar que en la naturaleza haya selección ni mejora. Pero además, la introducción del concepto de rogues (morralla), algo real en términos de actividad del mejorador, es absolutamente ridículo en términos de la naturaleza. En la naturaleza no hay rogues. Pensar lo contrario es ser eugenista.

 

 

It may be objected that the principle of selection has been reduced to methodical practice for scarcely more than three-quarters of a century; it has certainly been more attended to of late years, and many treatises have been published on the subject; and the result has been, in a corresponding degree, rapid and important. But it is very far from true that the principle is a modern discovery. I could give several references to works of high antiquity, in which the full importance of the principle is acknowledged. In rude and barbarous periods of English history choice animals were often imported, and laws were passed to prevent their exportation: the destruction of horses under a certain size was ordered, and this may be compared to the «roguing » of plants by nurserymen. The principle of selection I find distinctly given in an ancient Chinese encyclopaedia. Explicit rules are laid down by some of the Roman classical writers. From passages in Genesis, it is clear that the colour of domestic animals was at that early period attended to. Savages now sometimes cross their dogs with wild canine animals, to improve the breed, and they formerly did so, as is attested by passages in Pliny. The savages in South Africa match their draught cattle by colour, as do some of the Esquimaux their teams of dogs. Livingstone states that good domestic breeds are highly valued by the negroes in the interior of Africa who have not associated with Europeans. Some of these facts do not show actual selection, but they show that the breeding of domestic animals was carefully attended to in ancient times, and is now attended to by the lowest savages. It would, indeed, have been a strange fact, had attention not been paid to breeding, for the inheritance of good and bad qualities is so obvious.

 

Puede hacerse la objeción de que el principio de la selección ha sido reducido a práctica metódica durante poco más de tres cuartos de siglo; ciertamente, ha sido más atendida en los últimos años y se han publicado muchos tratados sobre este asunto, y el resultado ha sido rápido e importante en la medida correspondiente. Pero está muy lejos de la verdad el que el principio de la selección sea un descubrimiento moderno. Podría dar yo referencias de obras de gran antigüedad en las que se reconoce toda la importancia de este principio. En períodos turbulentos y bárbaros de la historia de Inglaterra fueron importados muchas veces animales selectos y se dieron leyes para impedir su exportación; fue ordenada la destrucción de los caballos inferiores a cierta alzada, y esto puede compararse al roguing, en las plantas, por los que cuidan de los semilleros. El principio de la selección lo encuentro dado claramente en una antigua enciclopedia china. Algunos de los escritores clásicos romanos dieron reglas explícitas. Por pasajes del Génesis es evidente que en aquel tiempo antiquísimo se prestó atención al color de los animales domésticos. Actualmente los salvajes cruzan a veces sus perros con cánidos salvajes para mejorar la raza, y antiguamente lo hacían así, según lo atestiguan pasajes de Plinio. Los salvajes, en el sur de África, emparejan por el color su ganado vacuno de tiro, como lo hacen con sus tiros de perros algunos de los esquimales. Livingstone afirma que las buenas razas domésticas son muy estimadas por los negros del interior del África que no han tenido relación con europeos. Algunos de estos hechos no demuestran selección positiva; pero muestran que en los tiempos antiguos se atendió cuidadosamente a la cría de animales domésticos y que hoy es atendida por los salvajes más inferiores. Habría sido realmente un hecho extraño que no se hubiese prestado atención a la cría, pues es tan evidente la herencia de las cualidades buenas y malas.

Imagen: Relaciones de la palabra Rogue en inglés y español  según Visual Thesaurus

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2 comentarios

  1. Emilio: soy biólogo como tú. Hace tiempo que sigo tu blog; y me parece que das en la diana. La evolución darwinista -la selección natural- es un concepto totalmente asumido de forma acrítica y muchos, incluidos colegas, no se dan cuenta que, en definitiva, se trata de una tautología: es decir, los seres vivos que en la naturaleza subsisten a la «selección» son los realmente «seleccionados»; los seres vivos que progresan son los que viven, los demás desaparecen. Pero esto es, como muy bien dices, no explicar absolutamente nada: los vivos, viven; los que no, no. Es un hecho. Y esplicar que los vivos viven porque no mueren es una estupidez: repetición inútil de lo mismo. Definición de lo definido. Y así, no avanza la ciencia, si se conforma con no buscar explicaciones convicentes a los hechos.

    Muchas gracias por tu valioso trabajo. Además, lo haces muy ameno. Atentamente. Pedro

  2. Muchas gracias a tí, Pedro, por tu comentario. Quizás podrías ayudarme en la divulgación de estas ideas por tus tierras de Levante.

    Un saludo afectuoso,

    Emilio

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