Rousseau, las ideas virtuosas y el cadalso: Una lección de botánica atípica

La taxonomía botánica gozaba de una larga y rica tradición mucho antes de Darwin.  Así, resulta sorprendente y extraño  escribir sobre la variación en la naturaleza,  como este autor hace en el capítulo segundo de su libro, sin mencionar las labores y desvelos  de la taxonomía.

Pero, antes de seguir leyendo el Origen de las Especies y precisamente para explorar los motivos de autor tan curioso y de  obra tan publicitada a diestro y siniestro, hemos de tener en cuenta que  la taxonomía no sólo preocupa a los naturalistas, sino que se convierte asimismo en pasión de algunos intelectuales procedentes de otros campos del saber. Aproximadamente cien años antes de la publicación de El Origen, Jean Jacques Rousseau, en su exilio en Môtiers (Suiza), pasea y herboriza. En una de sus cartas se lee:

 

 

Me tienta la idea de dedicarme a la botánica (….). Es la verdadera diversión de un solitario que pasea y que ya no desea pensar en nada. Nunca concibo una idea virtuosa y útil sin que vea a mi lado la horca o el cadalso. Espero que con Linneo en el bolsillo y heno en la cabeza no se me detenga (CC, XX, 44).

 

 

Con lo cual parece indicar que la dedicación a la botánica es algo que no tiene  mayor dificultad, y que, al parecer, dejará a nuestro autor libre de situaciones polémicas o socialmente comprometidas . Pero……..¡ Un momento!……..

¿Acaso no hay cierta contradicción en estas frases de Rousseau? ……

 

Pues, si bien por un lado se nos dice que las ideas virtuosas le llevaban sin remedio a la horca o al cadalso, por otro lado parece indicar que la botánica pueda ser una dedicación virtuosa. Entonces,….¿Por qué siendo virtuosa, la dedicación a la botánica no llevaba a nuestro autor a situaciones comprometidas que pudiesen desembocar en la horca o al cadalso? Seguiremos investigando aspecto tan crucial.  Cabe la posibilidad de que la razón estribe en que Rousseau era un simple aficionado a la botánica y que,  de haberla cultivado más a fondo, también podría haberle llevado, como toda idea virtuosa, a la horca, al cadalso, o al menos a algún tipo de persecución. Puede que también en botánica uno tenga que escribir dentro de un orden establecido, o puede que a veces ocurra lo contrario, que alguien deba escribir para establecer un nuevo orden. Iremos viendo,…….

 

Referencias

Richard,  Achile. Nouveaux Élements de botanique. F Savy. Paris, 1864

Rousseau, Jean Jacques. Cartas sobre botánica. KRK Ediciones 2007. Oviedo.

Imagen de Stultifer

 

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