Afinando sobre lo que la selección natural puede y no puede hacer por el bien de los seres en el párrafo tricentésimo décimo segundo de El Origen de las Especies

La selección natural que lo puede hacer casi todo, resulta que no puede obrar sobre una especie en beneficio de otra. Sospecho que el autor ha llegado a esa extraña conclusión, simplemente por contraste con la única selección verdadera: La selección que él llama artificial en la cual siempre se modifica una especie en beneficio de otra (el ser humano).

 

El razonamiento es más que curioso y vuelve a indicar que su teoría (que no es teoría) sólo se destruye por aquellas posibilidades que teóricamente y según el autor vienen a contradecirla. El problema es que no hay teoría sino un constante ir y venir con juegos de palabras:

 

Si se pudiese probar que una parte cualquiera del organismo de una especie había sido formada para ventaja exclusiva de otra especie, esto destruiría mi teoría, pues esta parte no podría haber sido producida por selección natural.

 

 

 

 

312

 

Natural selection cannot possibly produce any modification in a species exclusively for the good of another species; though throughout nature one species incessantly takes advantage of, and profits by the structures of others. But natural selection can and does often produce structures for the direct injury of other animals, as we see in the fang of the adder, and in the ovipositor of the ichneumon, by which its eggs are deposited in the living bodies of other insects. If it could be proved that any part of the structure of any one species had been formed for the exclusive good of another species, it would annihilate my theory, for such could not have been produced through natural selection. Although many statements may be found in works on natural history to this effect, I cannot find even one which seems to me of any weight. It is admitted that the rattlesnake has a poison-fang for its own defence and for the destruction of its prey; but some authors suppose that at the same time it is furnished with a rattle for its own injury, namely, to warn its prey. I would almost as soon believe that the cat curls the end of its tail when preparing to spring, in order to warn the doomed mouse. It is a much more probable view that the rattlesnake uses its rattle, the cobra expands its frill and the puff-adder swells while hissing so loudly and harshly, in order to alarm the many birds and beasts which are known to attack even the most venomous species. Snakes act on the same principle which makes the hen ruffle her feathers and expand her wings when a dog approaches her chickens. But I have not space here to enlarge on the many ways by which animals endeavour to frighten away their enemies.

 

La selección natural no puede producir ninguna modificación en una especie exclusivamente para provecho de otra, aun cuando en la Naturaleza, incesantemente, unas especies sacan ventaja y se aprovechan de la conformación de otras. Pero la selección natural puede producir, y produce con frecuencia, estructuras, para perjuicio directo de otros animales, como vemos en los dientes de la víbora y en el oviscapto del icneumón, mediante el cual deposita sus huevos en el cuerpo de otros insectos vivos. Si se pudiese probar que una parte cualquiera del organismo de una especie había sido formada para ventaja exclusiva de otra especie, esto destruiría mi teoría, pues esta parte no podría haber sido producida por selección natural. Aun cuando en las obras de Historia Natural se encuentran muchos ejemplos sobre esto, no he podido encontrar ni uno siquiera que me parezca de algún valor. Se admite que la serpiente de cascabel tiene dientes venenosos para su propia defensa y para aniquilar su presa; pero algunos autores suponen que, al mismo tiempo, está provista como de una especie de cascabel, para su propio perjuicio, o sea para avisar a su presa. Yo casi estaría tan dispuesto a creer que el gato, cuando se prepara a saltar, arquea la punta de la cola para avisar al ratón sentenciado a muerte. Es una opinión mucho más probable que la serpiente de cascabel utiliza éste, que la cobra distiende su cuello y que la víbora bufadora se hincha mientras silba tan ruidosa y estridentemente, para espantar a las muchas aves y mamíferos que, como se sabe, atacan aun a las especies más venenosas. Los ofidios obran según el mismo principio que hace que la gallina ahueque sus plumas y abra las alas cuando un perro se acerca a sus polluelos; pero no tengo espacio aquí para extenderme sobre los diversos medios por los que los animales procuran ahuyentar a sus enemigos.

Lectura aconsejada:

 Manual para detectar la impostura científica: Examen del libro de Darwin por Flourens. Digital CSIC, 2013. 225 páginas.

Compartir:

Deja un comentario