La literatura épica constituye un género especial muy diferente de los géneros científicos o didácticos al uso. Su finalidad, lejos de describir fenómenos naturales o de plantear hipótesis científicas, consiste en conmover, emocionar al lector para cambiar sus esquemas mentales.

La lectura de El Origen de las Especies realizada en este blog a lo largo de los años y el análisis retórico de esta obra ha permitido obtener como conclusión que El Origen de las Especies es, como la Iliada o la Eneida, un clásico de la épica.

Entre los detalles que confirman esta conclusión encontramos la presencia de los elementos característicos, los símbolos propios de este estilo literario, el caballo y la espada.

¿Saben ustedes cuántas veces aparece la palabra caballo en El Origen de las Especies?  Setenta y siete.

Lógico, dirán algunos. El caballo es una especie y el libro trata sobre el origen de las especies. Puede ser, pero eso no justifica setenta y siete citas.

Y entonces…¿ la espada? Se preguntarán otros ¿Cuántas veces aparece la espada, el otro gran símbolo de la épica en El Origen de las Especies? Sólo una, pero impresionante. Dice:

The males of carnivorous animals are already well armed; though to them and to others, special means of defence may be given through means of sexual selection, as the mane of the lion, and the hooked jaw to the male salmon; for the shield may be as important for victory as the sword or spear.

 

Los machos de los carnívoros están siempre bien armados, aun cuando a ellos y a otros pueden ser dados medios especiales de defensa mediante la selección natural, como la melena del león o la mandíbula ganchuda del salmón macho, pues tan importante puede ser para la victoria el escudo como la espada o la lanza.

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