Se trata de manera muy confusa sobre la variación en caracteres específicos en el párrafo ducentésimo vigésimo noveno de El Origen de las Especies

 

La redacción del autor deja como de costumbre mucho que desear. Así por ejemplo tras exponer un ejemplo imaginario (variación del color en especie y en género), leemos:

 

He elegido este ejemplo porque no es aplicable en este caso la explicación que darían la mayor parte de los naturalistas,…….

 

Evidentemente, la mayor parte de los naturalistas no se molestarían en explicar un ejemplo imaginario. Pero sigamos leyendo:

 

……., o sea: que los caracteres específicos son más variables que los genéricos, debido a que están tomados de partes de menos importancia fisiológica que los utilizados comúnmente para clasificar los géneros. Creo que esta explicación es, en parte, exacta, aunque sólo de un modo indirecto; ….

¿Qué quiere decir esta última frase: en parte, exacta, aunque sólo de un modo indirecto?

 

¿Por qué no se indican ejemplos a continuación?:

 

Sería casi superfluo aducir pruebas en apoyo de la afirmación de que los caracteres específicos ordinarios son más variables que los genéricos; pero, tratándose de caracteres importantes, he observado repetidas veces en obras de Historia Natural, que cuando un autor observa con sorpresa que un órgano o parte importante, que generalmente es muy constante en todo un grupo grande de especies, difiere considerablemente en especies muy próximas, este carácter es con frecuencia variable en los individuos de la misma especie. Y este hecho muestra que un carácter que es ordinariamente de valor genérico, cuando desciende en valor y llega a hacerse sólo de valor específico, muchas veces se vuelve variable, aun cuando su importancia fisiológica puede seguir siendo la misma. Algo de esto se aplica a las monstruosidades; por lo menos, Isidore Geoffroy Saint-Hilaire no tiene, al parecer, duda alguna de que, cuanto más difiere normalmente un órgano en las diversas especies de un mismo grupo, tanto más sujeto a anomalías está en los individuos.

 

¿Por qué ni tan siquiera indica apropiadamente la referencia de Geoffroy?

¿Por qué no definió el autor correctamente géneros y especies en el segundo capítulo dedicado a variación en la naturaleza?

 

229. SPECIFIC CHARACTERS MORE VARIABLE THAN GENERIC CHARACTERS.

 

The principle discussed under the last heading may be applied to our present subject. It is notorious that specific characters are more variable than generic. To explain by a simple example what is meant: if in a large genus of plants some species had blue flowers and some had red, the colour would be only a specific character, and no one would be surprised at one of the blue species varying into red, or conversely; but if all the species had blue flowers, the colour would become a generic character, and its variation would be a more unusual circumstance. I have chosen this example because the explanation which most naturalists would advance is not here applicable, namely, that specific characters are more variable than generic, because they are taken from parts of less physiological importance than those commonly used for classing genera. I believe this explanation is partly, yet only indirectly, true; I shall, however, have to return to this point in the chapter on Classification. It would be almost superfluous to adduce evidence in support of the statement, that ordinary specific characters are more variable than generic; but with respect to important characters, I have repeatedly noticed in works on natural history, that when an author remarks with surprise that some important organ or part, which is generally very constant throughout a large group of species, DIFFERS considerably in closely-allied species, it is often VARIABLE in the individuals of the same species. And this fact shows that a character, which is generally of generic value, when it sinks in value and becomes only of specific value, often becomes variable, though its physiological importance may remain the same. Something of the same kind applies to monstrosities: at least Is. Geoffroy St. Hilaire apparently entertains no doubt, that the more an organ normally differs in the different species of the same group, the more subject it is to anomalies in the individuals.

 

El principio discutido bajo el epígrafe anterior puede aplicarse a la cuestión presente. Es evidente que los caracteres específicos son mucho más variables que los genéricos. Explicaré con un solo ejemplo lo que esto quiere decir: si en un género grande de plantas unas especies tuviesen las flores azules y otras las flores rojas, el color sería un carácter solamente específico y nadie se extrañaría de que una de las especies azules se convirtiese en roja, o viceversa; pero si todas las especies tuviesen flores azules, el color pasaría a ser un carácter genérico, y su variación sería un hecho más extraordinario. He elegido este ejemplo porque no es aplicable en este caso la explicación que darían la mayor parte de los naturalistas, o sea: que los caracteres específicos son más variables que los genéricos, debido a que están tomados de partes de menos importancia fisiológica que los utilizados comúnmente para clasificar los géneros. Creo que esta explicación es, en parte, exacta, aunque sólo de un modo indirecto; como quiera que sea, insistiré sobre este punto en el capítulo sobre la clasificación. Sería casi superfluo aducir pruebas en apoyo de la afirmación de que los caracteres específicos ordinarios son más variables que los genéricos; pero, tratándose de caracteres importantes, he observado repetidas veces en obras de Historia Natural, que cuando un autor observa con sorpresa que un órgano o parte importante, que generalmente es muy constante en todo un grupo grande de especies, difiere considerablemente en especies muy próximas, este carácter es con frecuencia variable en los individuos de la misma especie. Y este hecho muestra que un carácter que es ordinariamente de valor genérico, cuando desciende en valor y llega a hacerse sólo de valor específico, muchas veces se vuelve variable, aun cuando su importancia fisiológica puede seguir siendo la misma. Algo de esto se aplica a las monstruosidades; por lo menos, Isidore Geoffroy Saint-Hilaire no tiene, al parecer, duda alguna de que, cuanto más difiere normalmente un órgano en las diversas especies de un mismo grupo, tanto más sujeto a anomalías está en los individuos.

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